Donald Parrales, una baja sencible en la defensa. |
La Federación de football emitió su comunicado a través del cual decidieron sanciones. Éstas abarcan a: árbitros, jugadores y directivos.
Cada quien tuvo su respectiva responsabilidad. Me llaman bastante la atención las sanciones aplicadas a los miembros del arbitraje, lo que nos indica que ellos tuvieron responsabilidad en los hechos; y por lo tanto fueron la causa de las reacciones de jugadores y parte de los partidarios del Diriangén, nuestro gran Diriangén - tanto como equipo, como Cacique digno, valiente, lleno de coraje, y con más mérito por la desventaja ante el vil y cobarde conquistador.
Somos y seremos partidarios del Diriangén, del deporte que nos anima, emociona y representa no sólo a los diriambinos, sino que a Nicaragua; pues nuestro equipo es referencia de nuestra patria en el extranjero. También lo es a nivel nacional: En cada equipo de nuestro territorio hay futbolistas salidos del uniforme blanquinegro.
Como amamos y admiramos el deporte, estamos en contra de todo acto que signifique lo contrario. El balompié nos debe unir. Debemos respetar y reconocer las cualidades de los demás oncenos. A veces ganamos, pero también perdemos. Así que de la experiencia obtengamos lecciones. Olvidémonos de lo que hizo que a algunos jugadores y partidarios se les hayan elevado los ánimos. Pero hay que reconocer la manera espontánea, respetuosa, aún en esos momentos tan candentes, pero firme, que hizo David Solórzano, pues él nos representó cuando fue percibido que la falta cometida a Juan Carlos Narváez, ameritaba sanción, no obstante el árbitro no lo quiso ver así. Amigos, no es lo mismo equivocarse- humanum errarum est- que perjudicar a un equipo a propósito.
¡Y qué lamentable! Sería bueno que los árbitros se hayan dado cuenta de los efectos que sufrió la población, producto de los gases lacrimógenos, las afectaciones en la salud, las tensiones, sufrimientos de las familias inocentes e indefensas.
El Diriangén debe apelar y solicitar que los partidos a los que han sido sancionados los jugadores, no sean continuos; sino alternos. En todo caso, independiente de la futura resolución de la federación de futbol, hay que continuar adelante con el equipo, con el mismo ánimo, apoyo al cacique, aconsejar a la barra para que no actúe con ningún acto de violencia. Una recomendación a la FENIFUT: Contratar a árbitros extranjeros para las semifinales y finales.
Cada quien tuvo su respectiva responsabilidad. Me llaman bastante la atención las sanciones aplicadas a los miembros del arbitraje, lo que nos indica que ellos tuvieron responsabilidad en los hechos; y por lo tanto fueron la causa de las reacciones de jugadores y parte de los partidarios del Diriangén, nuestro gran Diriangén - tanto como equipo, como Cacique digno, valiente, lleno de coraje, y con más mérito por la desventaja ante el vil y cobarde conquistador.
Somos y seremos partidarios del Diriangén, del deporte que nos anima, emociona y representa no sólo a los diriambinos, sino que a Nicaragua; pues nuestro equipo es referencia de nuestra patria en el extranjero. También lo es a nivel nacional: En cada equipo de nuestro territorio hay futbolistas salidos del uniforme blanquinegro.
Como amamos y admiramos el deporte, estamos en contra de todo acto que signifique lo contrario. El balompié nos debe unir. Debemos respetar y reconocer las cualidades de los demás oncenos. A veces ganamos, pero también perdemos. Así que de la experiencia obtengamos lecciones. Olvidémonos de lo que hizo que a algunos jugadores y partidarios se les hayan elevado los ánimos. Pero hay que reconocer la manera espontánea, respetuosa, aún en esos momentos tan candentes, pero firme, que hizo David Solórzano, pues él nos representó cuando fue percibido que la falta cometida a Juan Carlos Narváez, ameritaba sanción, no obstante el árbitro no lo quiso ver así. Amigos, no es lo mismo equivocarse- humanum errarum est- que perjudicar a un equipo a propósito.
¡Y qué lamentable! Sería bueno que los árbitros se hayan dado cuenta de los efectos que sufrió la población, producto de los gases lacrimógenos, las afectaciones en la salud, las tensiones, sufrimientos de las familias inocentes e indefensas.
El Diriangén debe apelar y solicitar que los partidos a los que han sido sancionados los jugadores, no sean continuos; sino alternos. En todo caso, independiente de la futura resolución de la federación de futbol, hay que continuar adelante con el equipo, con el mismo ánimo, apoyo al cacique, aconsejar a la barra para que no actúe con ningún acto de violencia. Una recomendación a la FENIFUT: Contratar a árbitros extranjeros para las semifinales y finales.